Los juegos tradicionales pervivieron durante mucho tiempo pese a la intervención de la violencia. Este fue un escape y una manifestación cotidiana de paz y tranquilidad. nuestros abuelos cuando eran niños los jugaban y les dieron vida,  ahora nuestros niños no lo hacen. El propósito de pedaleando por las tradiciones, es vivificar esta tradición que los niños vuelvan a los trompos, las canicas, el cuspe.

​

Jugar también es hacer la paz trasmitir la historia es mantener viva la memoria y con ello la cultura.

​

El presente contenido Iniciará con un time-lapse del amanecer en el territorio, posteriormente se mostrarán las imágenes del recorrido en bicicleta. Este recorrido nos trae sorpresas, entre ellas el encuentro con un abuelo, quién narrará la historia de los juegos. Finalmente y en un intento de socializar la memoria presentaremos  a  niños jugando con el trompo, la llanta, una canica.